A la vida le queda corto el nombre


Yo ame y odie, 
pero viví y soñé.
Baile hasta más no poder, 
y reí hasta llorar,
cante hasta que mi voz no dio más,
pero después de todas las angustias, molestias, decepciones y especulaciones 
puedo decir que me arrepiento,
me arrepiento de no atreverme a gritar más fuerte lo que pienso, 
a luchar por ser yo misma,
a decirme que arrepentirse es de cobardes,
porque luego entendí,
que el cobarde se arrepiente 
y el valiente admite. 


Comentarios

Entradas populares